Antón Legorburu (24 años · 183 cm · 84 kg) es uno de los grandes nombres del rugby seven estatal. Formado íntegramente en la cantera del Bera Bera, debutó con la Selección Española el 1 de diciembre de 2023 en Dubái.
Casi dos años después, este sábado 29 de noviembre volverá a competir en el mismo escenario, en el inicio de las Series Mundiales (SVNS) de Dubái – Ciudad del Cabo, donde España arrancará enfrentándose a Australia.
Antón, lo primero… Sabemos que empezaste en el rugby porque tu aita jugaba en el Bera Bera. ¿Cómo recuerdas esos primeros años y qué te enganchó del deporte?
Sí, empecé a jugar a rugby en el Bera Bera de pequeño porque mi aita jugaba en el primer equipo. Recuerdo esos primeros años con mucha felicidad e ilusión por jugar a este deporte, con compañeros que a día de hoy siguen siendo mis amigos.
¿Hubo algún momento concreto en el que decidiste que querías dedicarte solo al rugby? ¿O fue algo que se fue dando poco a poco?
Yo jugaba tanto a fútbol como a rugby y fue en 2011, cuando mi aita me llevó a Nueva Zelanda a ver el Mundial. Me enamoré tanto de este deporte que, a la vuelta del viaje, decidí que solo quería jugar a rugby.
Desde pequeño jugabas a quince, pero ahora te hemos visto asentado en el seven. ¿Siempre te ha tirado más el seven que el rugby XV? ¿Qué tiene el formato que te atrapó?
La primera vez que supe del seven fue cuando mi aita me lo enseñó en 2016, en las Olimpiadas de Río, donde había dos jugadores de la cantera del Bera Bera convocados, y eso me llamó mucho la atención. Siempre me han gustado ambas modalidades, aunque estos últimos años solo esté jugando a seven. Es un deporte muy rápido en todos los sentidos y creo que eso fue lo que me atrapó.
Debutaste el 1 de diciembre de 2023 en Dubái. ¿Qué recuerdas de ese día? ¿Nervios, ilusión, vértigo?
Recuerdo los nervios típicos del primer día, las ganas de demostrar que estaba capacitado para competir al máximo nivel y mucha ilusión por debutar.
¿Cómo es tu día a día como jugador de alto rendimiento? Entrenos, gimnasio, viajes, descanso…
Depende del momento de la temporada. Si estamos concentrados, son días de mucho entrenamiento que suelen empezar con una sesión de gimnasio y un posterior entrenamiento en el campo, y por la tarde otra sesión de campo. Si estoy en una semana posttorneo, son días de descanso con alguna sesión de gimnasio más tranquila.
Cuando tienes días libres en mitad de concentraciones o torneos, ¿qué te gusta hacer para desconectar?
Cuando estamos de viaje por torneo, en los días libres aprovechamos para visitar la ciudad en la que estemos, porque luego, en los días de entrenamiento y de partido, estamos ocupados y no podemos hacer gran cosa.
«Ver a mi familia en la grada hizo el podio de Los Ángeles aún más especial», dice Antón Legorburu
Este año te tocó subir a un podio de las World Series. ¿Cómo viviste ese momento? ¿Qué sentiste y qué te pasó por la cabeza allí arriba?
Quedamos subcampeones del mundo en Los Ángeles y el momento de subir al podio fue muy emocionante. Sentí mucha felicidad y, además, mi familia pudo ir a ver el torneo. Verles en la grada lo hacía todavía más especial.
¿Cómo visualizas esta temporada en las World Series? ¿Cómo ves al equipo?
Ha cambiado el formato de las Series Mundiales para esta temporada y ahora solo competimos las ocho mejores selecciones del mundo, cuatro menos que la temporada pasada. Esperamos una temporada durísima, con partidos de máxima exigencia y con la vuelta de la competición a Valladolid el último fin de semana de mayo.
Se habla cada vez más del objetivo de llegar a los Juegos de Los Ángeles 2028. ¿Lo ves como una meta real? ¿Cómo lo vivís desde dentro?
Por supuesto que lo veo como una meta real, aun sabiendo que la clasificación es muy complicada. Es el objetivo más ilusionante que podemos tener. Los cuatro primeros clasificados de las Series Mundiales de la temporada que viene estarán automáticamente en los Juegos, por lo que el primer objetivo es estar en esas Series la temporada que viene.
A nivel personal, ¿qué cualidad crees que te hace tan necesario dentro del equipo?
Creo que la velocidad y la capacidad para meter ensayos.
«En el Bera Bera hice amigos que sigo teniendo hoy»
Volviendo a casa… ¿Cómo recuerdas tu etapa en el Bera Bera?
El Bera Bera es el equipo en el que he jugado toda mi vida, en todas las categorías inferiores y tres temporadas en el primer equipo. Tengo muchísimos recuerdos, muchos más buenos que malos, pero sobre todo me quedo con todo lo aprendido y con todos los amigos que me llevo para siempre.
¿Crees que haber salido de un club como el nuestro te marca de alguna manera? Ya sea por valores, estilo de juego o ambiente.
Me marca mucho. Es un club donde he aprendido muchísimas cosas: valores como la educación, la humildad y el respeto. En cuanto al modo de jugar, también influye, porque siempre se ha apostado mucho desde las categorías inferiores por la modalidad de rugby seven, y eso hace que llegues a la selección más acostumbrado a esta modalidad.
¿Qué le dirías a un niño o niña que está dudando si apuntarse a rugby o buscando un deporte nuevo?
Que no dude en probar el rugby. Por probar no se pierde nada. Es un deporte que acepta a cualquier tipo de persona y que te va a enseñar muchísimas cosas, tanto dentro como fuera del campo.
¿Qué te ha aportado este deporte a nivel personal y humano?
Me ha enseñado muchas cosas: respeto hacia tus compañeros, el rival y el árbitro; educación; saber ganar y saber perder; trabajo y disciplina.
