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CV Fuenlabrada 2-3 Bera Bera
(25-14/17-25/21-25/25-20/13-15)
Vuelta a la senda de la victoria tras una victoria sufrida y trabajada que permite volver a afrontar el final de temporada con optimismo.
Cambiar las inercias siempre es algo difícil. Cuando a un equipo le sonríen el juego y los resultados es complicado que algo les haga decaer, pero más complicado es salir de una tendencia negativa cuando las cosas se tuercen. Ayer Bera Bera dio el primer pequeño paso para salir de ella.
Aún hay cosas por decidir en lo que queda de Liga y de hecho se sigue peleando en el grupo cabecero de la clasificación. Consciente de ello los donostiarras saltaron a la pista del Polideportivo La Cueva con la idea de volver a su juego. Lástima que el deporte no entienda de ideas. A pesar de comenzar metidos en el partido, el CV Fuenlabrada comenzó a hurgar en la herida. Con los locales muy bien plantados en la cancha, a Bera Bera le costó mantener la compostura, y mientras los locales conseguían levantarlo todo de la forma que fuese y puntuar de todas las maneras habidas y por haber, los donostiarras se mostraban blandos en defensa, flojos en recepción y poco contundentes en ataque. El tanteo del primer set no engaña: justo y aplastante 25-14.
Los de José Luis Moltó volvían a encontrarse con la pendiente cuesta arriba. Por eso, comenzaron la segunda manga sabedores de que si querían cambiar la tónica del partido iban a tener que poner más de su parte. Con una notable mejoría en todas sus líneas, recibían mejor, su colocador podía distribuir con más facilidad y el ataque era mejor. Los partidos muchas veces son con una balanza: cuando un equipo sube, el rival tiende a bajar. Eso le pasó al CV Fuenlabrada, que perdió la alegría en su juego y no pudo oponer resistencia ante el seguramente mejor juego de Bera Bera en todo el partido.
Con el empate a 1 en el marcador, los donostiarras parecían volver a recuperar la confianza. Aún con lagunas y despistes en su juego, rendían a un nivel óptimo. Siguiendo con la línea del segundo set, llevaron la delantera en el marcador durante todo el set y se adjudicaron con justicia la tercera manga.
Con el 2-1 el partido se ponía en buena posición, más aún con el 1-5 inicial con el que comenzaron los azules gracias una vez más y como a lo largo del partido del saque de Diego Correa, que tanto en colocación como en materia de saque rindió a un gran nivel. Sin embargo, los fantasmas de Bera Bera seguían presentes. Paulatinamente fueron perdiendo la ventaja en el marcador, y a pesar de seguir por delante, volvió la ansiedad y la precipitación. Y la balanza volvió a cambiar. El bajón de los visitantes lo aprovecharon los locales para volver a sentirse cómodos y para castigar a los azules de la misma forma en la que lo hicieron en el primer set: defensas de todo tipo y efectivos en ataque. No podemos decir que el 25-20 no fuese justo.
Al tie-break. Y en la lotería del quinto set, los guipuzcoanos supieron imponerse. Aún sin la limpieza y efectividad en juego que saben llegar a dar, lograron cerrar con victoria un partido que a pesar de las sombras concluyó con algo de luz.
No cabe duda de que hay cosas a mejorar y de que todavía queda y mucho para volver al nivel al que rayaban hace pocas jornadas, pero una victoria siempre es una victoria y este puede ser el punto de inflexión que se estaba buscando, el del momento de dejar de caer para volver a subir.
Hasta el 25 de febrero, fecha del próximo partido (la competición descansa un fin de semana), hay tiempo para seguir trabajando y puliendo las piezas para volver a ser lo que este equipo ha demostrado ser. Hasta entonces. Feliz semana, eta Gora Bera Bera!!
*Foto un día más de Noelia Toledo :).
